Con muchas esperanzas, S. (35), de Limpio comenzó un trabajo en el que le prometieron “ganar bien”, pero a las dos semanas renunció.
Antes de la pandemia la joven tenía una tienda, por las bajas ventas tuvo que rematar y mandó curriculums a muchas partes hasta que la llamaron de una casa de crédito con sucursal en Luque.
Le prometieron G. 500.000 como “viático” y luego debía cobrar las comisiones por venta, siempre y cuando llegue a una meta.
“En la entrevista te pintaron toda una maravilla, que tenés cartera de clientes y que vas a ganar millones, pero la realidad no es así”, lamentó.
La trabajadora contó a EXTRA que no es tan fácil vender y menos ahora, en épocas de crisis.
“Salí corriendo. En estas dos semanas ya gasté más de G. 250mil entre pasaje. Me pagaron G. 16.000 por horas trabajadas”, detalló.
Según la ley, la joven tiene 60 días para realizar la denuncia en el Ministerio de Trabajo por estas obligaciones que no cumplen con los contratados. Pero para la joven, lo urgente es conseguir un nuevo empleo para mantener a sus tres hijos.
“Ir hasta el Ministerio sería perder un día entero y eso cuesta plata”, dijo.
López Arce, experto en empleo, explicó que una persona que cumple las 8 horas en una oficina debe recibir aunque sea sueldo mínimo, tener IPS, encima su comisión por ventas.
“No sé si fue coincidencia, pero justo en el pasillo había otras chicas que también trabajaron en ese lugar y confirmaron”, comentó. Agregó que los jóvenes van a esos trabajos por necesidad. “Se les dice que va a cobrar tanto mensual, pero resulta que es por venta”, lamentó.
Trabajadora perdió su puesto
Una empresa de crédito con sucursal en San Lorenzo, mandó un correo al dueño de una empresa cuya funcionaria tiene una deuda con la firma.
“Se esconde la descarada de su deuda y dice que usted no le paga”, dice el correo reenviado por WhatsApp. Por esta razón, la colaboradora perdió su puesto.
Enrique López, experto en empleo, lamentó que esta situación se siga repitiendo.