La escena en el departamento del piso 15 del edificio Castillo de Diamante dejó al descubierto una escena de violencia extrema que, según la Policía, confirma que se produjo una terrible pelea antes de que el lugar fuera envuelto por las llamas.
El subcomisario Toribio Arévalos, subjefe de la Comisaría Primera, fue uno de los primeros agentes en ingresar al sitio. “Por la escena se puede confirmar que hubo una terrible pelea. Hay manchas de sangre por todos lados y los cuerpos presentan heridas de arma blanca”, relató Arévalos.
Dentro del departamento, los policías encontraron tres personas sin vida y una tercera con graves heridas, quien tuvo que ser bajada de emergencia hasta la planta baja. “Tenía varias heridas de arma blanca. Logramos bajarle con vida, aunque en estado muy crítico”, explicó el oficial.
El lugar se encontraba parcialmente incendiado, y una de las víctimas fue hallada en el baño, donde los agentes en principio no pudieron ingresar por el fuego activo. La otra víctima yacía en una de las habitaciones, rodeada de sangre y restos de muebles destrozados.
Los investigadores creen que el agresor inició el fuego de forma intencional. En el sitio se hallaron dos garrafas abiertas, presuntamente utilizadas con la intención provocar una explosión o alimentar las llamas después del ataque. “Primero pensamos que se trataba de una fuga de gas, pero luego comprobamos que el humo provenía de un incendio provocado dentro del departamento”, aclaró Arévalos.
El testimonio policial indica además que la violencia fue extrema. Se encontraron rastros de forcejeo, objetos tirados, puertas forzadas y sangre en varias superficies, lo que confirma que las víctimas intentaron defenderse. “La escena habla por sí sola. Hubo un enfrentamiento brutal antes del incendio”, subrayó el subcomisario.
En medio del operativo, los agentes lograron rescatar a una familia que se encontraba dos pisos más arriba —una madre y sus dos hijos—, quienes resultaron ilesos.