El periodista Hugo Vigrayrememoró este viernes la curiosa historia de los billetes de 100 guaraníes que fueron pintados en los 80 para pedir la libertad de Mina Feliciángeli y su entonces marido Benjamín Livieres, ambos encarcelados por la dictadura de Stroessner.
Vigray contó en su Facebook que ya muchos años después de recuperar su libertad, Mina recibió como vuelto el billete de 100 guaraníes cuando entró a comprar en una despensa de barrio. En realidad, los amigos de la pareja habían pintado montón de billetes con la leyenda: “Libertad a Mina y Livieres”, desde que fueron detenidos en 1986 en las inmediaciones del diario HOY, donde ambos trabajaban.
Habían optado por pintar los billetes debido a que los mensajes colocados en los muros y paredes eran borrados al día siguiente por funcionarios de la dictadura. Y no habían tantos medios de expresión en la época.
"¿Quién se desprendería de los billetes? Con el precio del pasaje de entonces, los billetes de cien eran de los más comunes. Al Banco Central le llevaría demasiado tiempo rescatarlos y muy costoso mandar reimprimir, así que corrían tranquilamente en el intercambio comercial con su voz libertaria”, relató Hugo en un posteo que fue compartido por decenas de personas y otros tantos dejaron sus comentarios.
Recordó también la agustia que vivieron desde un primer momento de la detención de Mina y Benjamín, dado que en las diferentes sedes policiales decían desconocer que ambos estuvieran presos. Mina había sido llevada a la Comisaría 12 de Mujeres, en Trinidad, incomunicada y nadie sabía su paradero.
Varias semanas después, Mina a propósito se quedó con la cuchara que le traían para comer. “Y con esa cuchara, hizo golpecitos en la pared de su celda. Y tuvo respuesta. Empezó a raspar la pared y desde la celda vecina, otras presas comunes, hacían lo mismo”, cuenta.
Así, lograron hacer un pequeño agujero por el que Mina se comunicó con las presas de la celda vecina. “Por allí, le pasaron un papel y un bolígrafo, en el que ella anotó quién era, dónde estaba y que ese misma día iniciaba una huelga de hambre por su libre comunicación. Dio sugerencias precisas: que los abogados de las chicas de la celda del al lado, lleven la nota al diario Hoy. Y allí se publicó. La dictadura tuvo que asumir, entonces, que los tenían presos”, agrega Vigray.
Al hacerse pública la detención de ambos, Mina fue trasladada al Buen Pastor y Benjamín a Tacumbú. Y se inició la lucha de sus compañeros y de organizaciones fraternas con el clamor de libertad, relató también.
“Los primeros billetes fueron pintados con bolígrafos. Pronto los compañeros se percataron que se tardaría mucho tiempo en esa tarea. Y como ninguna empresa que fabricaban sellos de goma se atreverían a hacernos una matriz, a Julio López se le ocurrió la idea de hacer una artesanalmente con las gomas de una cubierta”, explicó.