25 abr. 2024

Choferes cuentan por qué hacen pipí en la calle: “Es mejor que te critiquen que sufrir lo que se sufre”

Choferes hablan de la falta de baños en el camino. Manejar colectivos es un trabajo que suele llegar a afectar la salud.

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“Cuando creíste que lo habías visto todo, este país te vuelve a sorprender”, tuiteó un señor que “descubrió” que los choferes se bajan a descargar la vejiga.

@ferbemore

Don Ramón tiene 62 años y 41 de experiencia como chofer de micro. Omar tiene 33 años y está en el rubro desde los 18. Ambos coinciden en su pedido: más empatía con los conductores.

Días atrás, un usuario de Twitter expuso a un trabajador del volante que se bajó a orinar en la calle. Le sacó una foto sin permiso y la publicó.

Los conductores contaron a EXTRA cómo es tener uno de los trabajos más sacrificados.

“La mayoría de los choferes tenemos problemas en las vías urinarias, por el hecho de que retenemos nuestro orín”, dijo Ramón Coronel, empleado de la empresa Mcal. López S.R.L., línea 38.

Al llegar a los 50 o 60 años de edad, una gran parte tiene que lidiar con problemas de próstata; y por el karuvai, también con la diabetes, mencionó.

Por eso considera: “Es mejor bajar y que te critiquen que sufrir lo que se sufre cuando pasamos por esos momentos, porque se sufre”.

También Omar López Piris, conductor de la línea 27 manifestó: “Yo sé que queda mal esto (orinar en la vía pública); a veces, si tenés suerte alcanzás un surtidor y te quedás y vas a baño, pero hay veces que no tenés esa suerte y no podés tampoco retener mucho tiempo porque eso es contraproducente”.

Sin infraestructura

Ramón Coronel comparó la precaria infraestructura de Paraguay con la de otros países, donde suele haber mingitorios o baños plásticos en las paradas de buses.

“No digo en todas las paradas, pero ponele cada uno o dos kilómetros. Entonces sí encostamos el colectivo y nos bajamos en el baño tranquilamente. Pero, ¿quién se preocupa?, ¿qué empresario, qué gobierno se preocupa por el trabajador? Y menos por la comodidad de un trabajador”, reflexionó.

Por otra parte, habló del tráfico que se va poniendo cada vez más pesado. Eso impacta en las condiciones laborales de los choferes, porque se tarda más horas en completar los “redondos” y uno también se aguanta por más tiempo las ganas de ir al baño.

“Los recorridos están diseñados para que duren una hora o una hora y cuarto, pero ahora se terminan en dos horas”, explicó Coronel. A él, por ejemplo, le toca pasar por las obras en Tres Bocas y ahí ya pierde fácilmente media hora.

Se molestan

“No podés dejar el colectivo y correr al baño ajeno. En los surtidores puede ser, pero un pasajero ni medio segundo te quiere aguantar”, indicó el conductor Ramón Coronel, de la línea 38, que para tratar de evitar estas situaciones dejó de tomar mate y tereré cuando está en el colectivo.

Causa dolor

“Hay veces que sí se aguanta, pero hay situaciones en que ya no podés más, te duele todo el vientre, ya no da gusto más nada y no hay caso, más que encostarnos en un lugar donde ‘no te vean’ y hacer tus necesidades”, dijo el joven chofer Omar López, de la línea 27.