La policía localizó este lunes el celular de la estudiante Erika de Lima Corte (29), asesinada días atrás en Pedro Juan Caballero, al tiempo de revelar un increíble itinerario del aparato que en pocas horas pasó nada menos que por cuatro manos. Se trata de un Samsung J7, robado tras el crimen de la brasileña.
El electricista Christopher Andrés Romero Irala (27), detenido por el asesinato, vendió el aparato por 100 mil guaraníes. Pero el aparato fue hallado en poder de Gustavo Javier Villalba Romero (que si bien tiene el mismo apellido del detenido, no es pariente). Gustavo dijo a los agentes que había comprado el teléfono en la línea internacional de un vendedor identificado como José Cristaldo.
Cuando la policía llegó a Cristaldo, este a su vez afirmó haber comprado de un tal Marcelo. Entonces, los uniformados localizaron a Marcelo Gavilán Montiel. El cuenta que a medianoche del 19 de agosto último, estaba con un grupo de amigos, cerca de la medianoche, cuando Cristhoper Irala ofreció el celular por 100 mil guaraníes (equivalentes a menos de 70 reales).
Con el Smartphone en la mano, la policía espera tener más elementos contra el acusado, quien se mantiene en silencio sobre el crimen y responde que solo hablará en el juicio, según la prensa del vecino país. La joven había sido asesinada con 16 puñaladas en distintas partes del cuerpo.
El detenido ya tiene otra causa criminal anterior en su contra, desde el 2012. Tras su encarcelamiento, fue llevado a Pedro Juan, donde fue interrogado, pero dos días después debió ser trasladado de vuelta a Concepción, por medida de seguridad.
Erika ya era enfermera y estaba estudiando Medicina. Su muerte ha causado gran impacto y motivó manifestaciones pidiendo justicia. Su padre, el exprefecto de Pontal de Araguaia, Raniel Corte, dijo este lunes que ella murió por falta de oportunidades y seguridad.