La diputada liberal Celeste Amarilla denunció esta mañana que los almuerzos y meriendas escolares son objeto de jugosos negociados de “empresas de maletín”.
Durante la sesión ordinaria de Diputados señaló que unas pocas firmas acaparan las licitaciones y que dan su “diezmo” a intendentes y gobernadores, incluyendo a los de su partido.
A quiénes nombró
Apuntó primero a las empresas de la familia Carlson Capli, diciendo que la señora Rosa Mabel Capli “no produce ni guayaba en su patio trasero” pero durante el gobierno de Horacio Cartes ganó licitaciones por 40,52 millones de dólares (más de 283.000 millones de guaraníes) y con el actual gobierno fue adjudicada por 42,55 millones de dólares (casi 298.000 millones de guaraníes).
También se despachó contra la firma Ladero Paraguayo, cuyos representantes legales, según el portal de la Dirección de Contrataciones Públicas, son Osvaldo Jean Pujol y José Luis Aquino, pero la legisladora afirma que el dueño se llama Justino Da Silva.
Sobre ellos mencionó que supuestamente “compran el agua, ponen el doble y el agua la entregan desde la fábrica a la escuela; no tienen ni diez empleados”.
Se refirió al presidente del Club Olimpia, Miguel Cardona, para decir que se forró a través del Consorcio Comepar.
Expresó que “facturó en el gobierno de Cartes 135 millones de dólares y tiene solo dos clientes, el Ministerio de Educación y la Gobernación de Central”.
“Ahora para culminar, le gustó el negocio a la ministra de la Mujer, Celina Lezcano, a la que se le mueren dos mujeres por semana por feminicidio. Ahora ganó la licitación de Alto Paraná, la ministra de la Mujer es proveedora del Estado ahora”, añadió.
Instó al titular de Hacienda, Óscar Llamosas, y al de Tributación, Óscar Orué, a que vayan a buscar las “facturas falsas” con las que supuestamente justifican las sobrefacturaciones.
También pidió la renuncia de Luis Alberto Castiglioni, ministro de Industria y Comercio, y de Pablo Seitz, director de Contrataciones Públicas.