Las condenas de 11 campesinos, por el caso Curuguaty, fueron anuladas ayer por la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que dispuso la inmediata libertad de los 4 labriegos que aún seguían en la cárcel. El argumento es la falta de fundamentación y de pruebas, según se informó.
Se trata de Rubén Villalba (con 30 años de cárcel más 5 de medida de seguridad), Luis Olmedo Paredes (20 años de prisión), Néstor Castro y Arnaldo Quintana, ambos con 18 años de privación de libertad. Para hoy está previsto que salgan en libertad.
Los demás condenados, pero que ya estaban libres son; Lucía Agüero, María Fani Olmedo y Dolores López (todas con 6 años de cárcel); Juan Carlos Tillería, Alcides Ramón Ramírez, Adalberto Castro y Felipe Benítez Balmori, quienes cumplieron 4 años de prisión.
Masacre
Según los antecedentes, el 15 de junio del 2012 se produjo un enfrentamiento armado entre policías y campesinos, quienes ingresaron a una propiedad en disputa entre el Estado y la familia del ahora fallecido empresario Blas N. Riquelme, en Marina Kue, Curuguaty, departamento de Canindeyú.
La refriega dejó 17 personas fallecidas, entre ellas 11 campesinos y 6 policías. Las condenas de los 11 campesinos fueron confirmadas el 29 de mayo del año pasado.
Sirvió para echar a Lugo
El caso Curuguaty había servido a los parlamentarios para impulsar la destitución, vía juicio político, al entonces presidente Fernando Lugo, quien había asumido el poder en el 2008, tras décadas de hegemonía del Partido Colorado en el Gobierno.
El 22 de junio del 2012 asumió el liberal Federico Franco, en reemplazo del exobispo.