El juez Julián López dispuso que se suspenda el procedimiento contra el senador José María Ibáñez y su esposa, Lorena Plabst, en el caso conocido como “caseros de oro”. El argumento fue que el daño ya se reparó con la devolución del dinero mal utilizado.
La Fiscalía había pedido juicio oral para los procesados, pero después desistió. Tampoco se opuso a la medida dictada por el Juzgado. La fiscala Victoria Acuña calificó como “un logro” la suspensión condicional, asegurando que es la primera vez que un parlamentario reconoce haber cometido un hecho punible.
“Probablemente no es la mejor salida, pero sí es un logro que el parlamentario admita el hecho. Para nosotros es muy importante haber llegado a eso, es la primera vez que obtuvimos, por eso también nos allanamos al pedido de suspensión condicional”, afirmó en contacto con la 780AM.
Acuña comparó este caso con el de otros políticos, que no concluyen por el poder que tienen y las chicanas que presentan.
Devolvió
Ibáñez y su esposa soportaban un proceso por haber pagado a sus empleados millonarias sumas con dinero del Estado. En el caso estaban implicados los caseros Favio Ernán Gómez, Viviana Falcón Valenzuela y Ebver Isaac Falcón, además de la jefa de gabinete, María Liz Gutiérrez Ávalos, quien certificaba la supuesta asistencia de los caseros a la Cámara de Diputados.
Por el caso, Ibáñez y Plabst tuvieron que donar un generador eléctrico valuado en G. 117 millones al leprocomio Santa Isabel. Por su parte, los caseros aportaron G. 5 millones cada uno al Comité de Ayuda a Enfermos del Mal de Hansen, en 12 cuotas.