23 oct. 2025

“Carta a una enfermera”: hija de un paciente denuncia maltrato en el IPS

La mujer relató el dolor que vivió junto a su papá, enfermo de cáncer, y apuntó contra una enfermera por su falta de humanidad.

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Jesica decidió festejar el último cumpleaños de su papá con globos en el hospital.

Jesica Lugo

Una carta cargada de dolor se hizo viral en los últimos días. Está dirigida a una enfermera del Instituto de Previsión Social (IPS) identificada como Nelly, y fue escrita por la hija de don Alfonso, un paciente con cáncer pulmonar que falleció tiempo después de haber estado internado en una sala de contingencia del primer piso de Urgencias del IPS.

Jesica Lugo decidió romper el silencio dos meses después de la muerte de su papá, contando lo que vivieron durante una noche del 1º de agosto, cuando, según su testimonio, la enfermera de turno ignoró sus reiterados pedidos de auxilio.

“Me acerqué tres veces a decirle que mi papá sentía dolor al respirar. Siempre respondía ‘ya enseguida’, pero nunca vino”, contó en su texto publicado en su cuenta de Facebook.

Según su relato, le preguntó varias veces por el médico, pero la profesional no le quiso decir dónde estaba ni su nombre. Cuando por fin apareció, la enfermera se habría burlado de la situación, insinuando que el abuelito, quien sentía dolor al respirar, solo estaba exagerando.

Esa noche no fue asistido ni una sola vez

La mujer sostiene que durante todo el turno de esa noche su papá no recibió ninguna atención médica adecuada.

“No le cambiaron el suero, no controlaron los signos vitales, no le ajustaron el oxígeno ni le dieron medicación”, lamentó.

Al día siguiente, el 2 de agosto, don Alfonso cumplió 79 años en esa misma cama del hospital, postrado y con dolor.

“Le dije que era su cumpleaños y se le cayó una lágrima. Afuera gritaban ‘familiares afuera, cambio de guardia’”, escribió.

Horas más tarde, el suero seguía trancado, pero con una etiqueta nueva. “Como si hubieran hecho el trabajo”, denunció.

“Papá tenía cáncer y vos te reíste”

Jesica aseguró que días después su papá fue trasladado al área de polivalentes, donde sí fue atendido con humanidad por otros profesionales. Sin embargo, su muerte fue inevitable.

“Nelly, papá tenía cáncer. Ese abuelito que, según vos, mintió y no sentía dolor estaba enfrentando la etapa final de un cáncer muy agresivo que lo estaba carcomiendo por dentro. Ese abuelito que juzgaste de “artista” recibió su último cumpleaños secándose las lágrimas porque te daba flojera ponerle un analgésico”, escribió.

La mujer aclaró que su intención no es generalizar ni atacar a todo el personal de blanco, sino recordar la importancia de la vocación en una profesión donde cada gesto puede marcar la diferencia.

“No todos los de blanco son Nelly”, finalizó.

La carta se viralizó rápidamente en redes sociales, donde cientos de personas comentaron que pasaron por experiencias similares, lamentando la mala atención.

LA CARTA COMPLETA:

Carta abierta a Nelly...
Corria el dia 01 de agosto en una sala de contingencia del IPS piso 1 urgencias.. papá había ingredado dias atrás por un cuadro de síncope.. enfermer@s y médic@s de turno se limitaban a hacer su trabajo no bien ni mal simplemente lo justo y necesario hasta que este buen dia hubo una mujer en especial que llegó tal vez enojada con la vida o con su profesión, trataba mal a pacientes y acompañantes quizás estaba cansada de su rutina, quizás alguien la obligó a tomar esa carrera o quizás la eligió sin saber que trataría con personas y no con objetos.
Recuerdo todavia con tristeza en el corazón que cuando tomó su turno de las 18:00 yo apenas habia llegado del trabajo para pasar esa noche con papá y me acerqué a ella a comentarle que él estaba sintiendo dolores al respirar para que lo pueda revisar o avisar al Médico.. recuerdo que me dijo “ya enseguida”... pasaba el tiempo y no llegaba a asistirnos... volví a buscarla... ya enseguida, estoy con x paciente... nuevamente no se acercó y papá seguía con los malestares.
Me acerqué por tercera vez y pregunté directamente por el médico en mi decesperación por ayudar a mi papá tal vez sobrepasé su “jerarquia” de ser asistido primero por una enfermera... no me quizo decir donde estaba el médico y me dijo que no sabía el nombre del mismo, casualmente en ese instante el Dr entraba por la puerta y corrí a contarle que papá estaba sintiendo mucho dolor al respirar (jamás mencioné la veces que pedí ayuda a la enfermera. Simplemente queria que alguien ayudara a papá mas nada) en ese momento y de muy mala gana la enfermera se acerca de forma exhausta hacia papá para medir su oxigenación y en tono burlón le dice al Dr “SATURA BIEN” y sonrie.. como indicando que estábamos mintiendo. Yo nunca dije que papá no podía respirar sinó que LE DOLÍA HACERLO. Ignoré este acto ya que mi prioridad era ayudar a papá.
El Dr seguia sin revisar a papá pero pidió su expediente... mientras lo revisaba le consulté si ya lo iban a cambiar de sala ya que él era un paciente con enfermedad pulmonar y la sala donde se encontraba era un área con pacientes con enfermedades contagiosas como COVID y demás, Nelly se entromete en la conversación que yo estaba teniendo con el médico y menciona: “él está bien acá, no hay camas disponibles, ya le revisé y está bien no sé de que se quejan!”

Papá me tocó el brazo y me pidió que lo dejara todo así mencionando “upei ojaheita cherehente” prediciendo lo que se venia.
Esa noche papá no fue asistido NI 1 SOLA VEZ, no le cambiaron el suero, no le revisaron los signos vitales, no le ajustaron el oxígeno, no le dieron la medicación.. Nelly era la encargada de todo esto pero Nelly se olvidó que tenía que tener vocación.
Al dia siguiente 02 de agosto papá estaba cumpliendo 79 años postrado en esa cama al santo coete ya que nadie lo asistió aguantándose el dolor que sentía y cuando le conté que era su cumpleaños se le cayó una lagrima mientras miraba a su alrededor.
Gritaron “familiares afuera. Cambio de guardia” salimos y cuando entré de vuelta papá tenia el mismo suero trancado de la noche anterior pero con la etiqueta nueva.. como si se hubiera hecho el trabajo. Le inflé globitos de su club y lo colgué donde colgaba el suero, dentro mio buscaba que le tuvieran piedad por ser su cumpleaños.
Nelly se fue y entraron nuevas personas.
Papá también se ha ido y escribo esto 2 meses después de su partida porque quiero que ella y todos los Nelly del sistema de salud sepan que están tratando con vidas, con padres, madres, hermanos, hijos, abuelos de alguien.. están tratando con gente que ya está siendo maltratada por la enfermedad y todavia se deben callar las dolencias para que una Nelly no los maltrate.
NELLY.. papá tenia cáncer.. ese abuelito que según vos mintió y no sentia dolor estaba enfrentando la etapa final de un cáncer muy agresivo que le estaba carcomiendo por dentro, ese abuelito que juzgaste de ARTISTA recibió su último cumpleaños secándose las lágrimas porque te daba flojera ponerle un analgésico.
El próximo año don Alfonso no va cumplir 80 años en su casa como se lo prometí y no es culpa tuya pero nada te costaba tratar con un poco de humanidad a una persona sufriendo.

Mi papá unos dias después fue trasladado al área de polivalentes en donde fue asistido por excelentes SERES HUMANOS colegas de Nelly pero que sí hicieron honor a su vocación y nunca voy a terminar de dar gracias a Dios por estas personas.
No todo el personal de blanco es Nelly.