SOLIDARIDAD EN ÑEEMBUCÚ CONTRASTA LA GRAN NECESIDAD
De las “churas” hicieron caldo avá y lo compartieron entre vecinos.
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REALIZANDO CORTESDon Isabelino, con una sierra, cortaba la carne de vaca y la repartía a quienes se acercaban.
Al costado del camino de tierra, convertido en barro por las últimas lluvias, las carnes colgaban de varios ganchos sujetos por un arco de madera.
Don Isabelino Riveros, un pequeño ganadero de la compañía Santa Clara del distrito Desmochados, de Ñeembucú, decidió carnear tres de sus vacas para compartirlo con sus compueblanos más afectados por las inundaciones.
Con una sierra cortaba la carne roja y fresca, mientras los pobladores lo rodeaban en espera de su ración. Un grupo de vecinos organizó rápidamente una olla popular y, a fuego de leña, cocinaron un delicioso caldo avá para no desperdiciar las churas.
Doña María Sosa señaló que la solidaridad de don Isabelino es un ejemplo para los grandes ganaderos de la zona, que no han ofrecido ningún tipo de ayuda a los damnificados por la crecida.
LOS QUE MÁS DAN
“El que tiene poco siempre va a ser generoso con su prójimo que más necesita, porque conoce bien la situación”, indicó Hugo Gunsett.
El pilarense fotografió a su vecino, que dentro de una carretilla acercó tres bolsas de ropa para donar a quienes más la necesiten. Luego de entregarlas, siguió su camino rumbo al trabajo.