El miedo se instaló en Ara Pyahu, Capiibary y la gente ya no duerme tranquila. El profesor Marcial Yerutá denunció que ya perdió cuatro de sus vacas, tres en su propio patio y una en el piquete de su vecino, todas amanecieron muertas sin ojos y sin lengua.
“Mucho ya nos perjudicó y me parece que son malos espíritus que rondan la zona, se alimentan de los órganos de los animales, pero no hay nada que hacer, es inexplicable. El sábado mismo me mató un torito. Es raro porque ni los cuervos se acercan al cuerpo”, relató impotente.
Yerutá aseguró que la zona es complicada, porque su piquete termina en un cerro, y cree que allí estaría rondando el espíritu que se alimenta de los órganos de los animales.
Ante la desesperación, recordó lo que le decía su abuela, que los burros espantan a los espíritus. Entonces pidió prestado uno a su vecino y lo soltó entre sus vacas. “Desde que puse el burrito ya no murió ningún animal más, pero el dueño vino a llevárselo. Ahora quiero comprar uno, pero no consigo, porque los burros escasean”, lamentó.
Don Fermín Valdez, vecino de la zona, aseguró que esto se repite desde hace años.
“Con mi familia nos mudamos en el año 2000 y teníamos una vaca lechera, a la que siempre atábamos al fondo de la casa. Una madrugada lloviznaba y mi esposa me despertó porque la vaca estaba llorando raro, y no entendía por qué. Me levanté, agarré mi linterna y vi una sombra, era un espíritu”, recordó.
Otro poblador, don José Bernal, relató que una vaca de 400 kilos también murió en iguales circunstancias. “Puso sus cuernos bajo el suelo y le sacó la lengua. El lugar donde quedó el animal olía muy mal”, relató.
Durante la semana, varios pobladores denunciaron la misma situación y la radio local (Info Capiibary) consultó al pa’i Derlis Dávalos.
El sacerdote aclaró que aún no fue a ver personalmente, pero aseguró que el mal existe y recomendó rezar en el lugar.