Saúl Cabrera es camionero y fletero de la empresa “El canillita”, de Asunción. Trabaja en el rubro hace más de 10 años e indicó que en las rutas hay un sinfín de experiencias. Con respecto a las coimas indicó que “las experiencias como camionero son importantes. Si vos sabés que estás en falta, sabés que sí o sí hay que preparar una platita dentro de tu registro o tu habilitación”.
Añadió que “la mayoría de las veces a los camiones grandes no nos atajan, pasamos sin problema porque tienen grandes letreros que lo identifican, pero es importante dejarles chipa o algo, pero altercados nunca tuvimos desde la empresa”.
Refirió que “con el tiempo vas conociéndolos. Si los encontrás en las rutas y no están trabajando, acercándolos a su destino te vas haciendo de amigos”.
Rodrigo Rotela, quien trabaja hace 8 años manejando transganados, desde el Chaco, explicó que “hay que tener todos los papeles en orden, pero existen casos que teniendo los papeles requeridos, en un control rutero, si tu faro está medio roto es motivo de multa, a veces son amables y realizan advertencias, otras te toca un agente prepotente, y para seguir tu camino tenés que darle un poco de plata”.
“La coima es compleja”
El jefe de la patrulla caminera, Silvio Ruiz Díaz, al ser consultado de estos casos, indicó que “es complejo hablar de coimas, es como hablar de Jesucristo, todos hablan de Él pero nunca se lo ve. Todos lo denuncian por los medios o por las redes sociales, pero no realizan la denuncia pues deben comprobarlos, y probablemente ellos mismos promovieron esa coima”.
Agregó que no existe un registro de sumarios por coimas ni en la jefatura ni en la Dirección Nacional de Tránsito. “Si yo corrompo a un funcionario público por una conveniencia del momento, y luego lo denuncio, estoy actuando de forma irresponsable”.