No le gusta depender de nadie y rediseñó su baño para su comodidad.
A veces el destino tiene preparado algo mejor para nosotros, por más de que pasen cosas que no tienen explicación en el momento. Con este pensamiento y el apoyo incondicional de su familia, Osvaldo Bravo (38) pudo salir adelante de aquel accidente rutero que le cambió la vida para siempre.
“Venía de pesca cuando un camioncito chocó por el lado izquierdo de mi camioneta y me arrancó el brazo”, contó Bravo a EXTRA. Recordó que el percance fue un domingo, el 2 de febrero del 2014, para ser precisos. Lo llevaron al hospital y salió de alta el miércoles.
A pesar del tremendo golpe que recibió, nunca abandonó su trabajo. Se dedica al diagnóstico de vehículos en el taller mecánico “Taller Classic”, en Asunción. El oriundo de San Lorenzo señaló que lo que le pasó marcó un antes y un después en su vida.
“Ya que tengo una mano, me manejo como puedo. Uso calzados sin cordones, pantalones sin cierre y con goma en la cintura. Hasta mi baño rediseñé para mi comodidad”, detalló el trabajador. Dijo que, al comienzo, la gente que llegaba al taller se sorprendía al verlo, pero que las reacciones ya no le afectan. “Gracias a la desgracia supe quiénes eran mis amigos”, finalizó el mecánico.