¡Setenta años de aguante y puro amor! Así están don Francisco Apolinar Onieva (94), más conocido como “don Papito” y doña Otilia Ferreira (88), los abuelitos del barrio Cerro Guy, Quyquyhó, Paraguarí, que siguen del brazo después de toda una vida juntos.
Sergio Onieva (58), el hijo menor de la pareja contó que sus padres se conocieron cuando don Papito, vino de Villa Oliva a trabajar a la estancia “Barrerito”. “Ahí le vio a una joven hermosa y se enamoró enseguida. Le acortejó y no paró hasta conquistarla”, recordó.
La pareja se casó un 6 de octubre de 1955 cuando eso, ella tenía 18 años y él 24.
En todos estos años, Sergio asegura que nunca los vio pelear ni gritarse. “Siempre arreglaban sus diferencias solos y en silencio. Nunca hubo insultos ni maltratos”, dijo orgulloso.
Festejo
La gran fiesta por las bodas de titanio (un metal resistente como el amor de la pareja) se adelantó y se hizo el sábado pasado, donde se reunieron todos sus descendientes, 6 hijos, 18 nietos y 8 bisnietos.
El momento más emotivo fue cuando don Papito habló y, con lágrimas en los ojos, dio un discurso lleno de consejos para sus hijos y nietos, recordando que cuando se casaron no tuvieron nada, empezaron de cero. “Nos dijo que el matrimonio no es fácil, pero cuando ponemos a Dios en primer lugar, hay amor y respeto”, relató el hijo con emoción.
Una costumbre que mantienen los abuelitos hasta hoy es hacer todo juntos. “Si uno tiene que ir al doctor, los dos van. No se dejan nunca”, destacó.
Durante la celebración, los abuelitos reflexionaron sobre las parejas de hoy y dijeron en guaraní: “Ahora es difícil ver parejas que lleguen a 70 años, algunos se casan y antes de un año ya se separan”. Para ellos, el secreto está en el respeto, la fidelidad y la confianza. Para el gran festejo, prepararon un menú variado como el ryguasu caldo (el preferido de la pareja), tallarín, asado, pollo y sopa paraguaya, además de ensaladas.
Y como tradición familiar, no faltó el truco, porque Don Papito “demasiado quiere jugar” y tomar unas cervecitas, contó el hijo entre risas.