Desde San Bernardino, hasta el hospital Regional de Caacupé trasladaron sus padres a un bebé de un año y medio tratando de salvar su vida. En un descuido, mientras realizaban trabajos de reparación y pintura de su vivienda, el pequeñito agarró una botella de thinner (líquido para diluir pintura) y se la llevó a la boca.
La criatura tomó una cantidad importante del peligroso diluyente y llegó en grave estado al nosocomio. “Aparentemente estaba en una situación muy complicada. Llegó en mal estado y se le intubó”, relató a EXTRA el doctor Luis Gómez, director del citado centro hospitalario.
Pero su cuadro se agravó rápidamente y tuvo que ser trasladado al hospital Nacional de Itauguá. “Lastimosamente por el camino entró en paro. Le reanimaron, pero no pudieron sacarle”, lamentó el médico.
El doctor Gómez explicó que el thinner es un liquido muy corrosivo, por lo que le produjo quemaduras desde la tráquea hasta los pulmones, por lo que ya era muy difícil salvarlo.
Más de 4.300 atendidos
El médico comentó además que, desde el inicio del novenario de la Virgen de Caacupé hasta esta mañana a las 5:00, previo a la misa, su hospital recibió un total de 4.360 pacientes relacionados a la perigración, según los reportes de todos los puestos de atención colocados en los puntos de entrada a la capital de la fe.