Alimentados por sonda y bajo fuerte resguardo, los cinco tucancitos nacidos tras la incautación de sus huevos en el aeropuerto de Foz de Yguazú, Brasil, ponen en la agenda el tema del tráfico de animales silvestres.
Los veterinarios dicen que todavía no saben a qué especie corresponden los pichones, pero están entre tucanes o arasaríes, que son de la misma familia.
La doctora Roberta Manacero dijo al portal G1 que además de las cinco aves, esperan que en los próximos días nazcan otras dos. Por otro lado, contó que un huevo se rompió durante el traslado desde el aeropuerto hasta el Parque das Aves, ubicado en la misma ciudad fronteriza.
Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que los tucanes sean devueltos al monte cuando crezcan, explicó: “El retorno a la naturaleza es un procedimiento bastante complejo que va a envolver muchas etapas, muchas evaluaciones y estructuras. Entonces, en este momento, nuestro foco es realmente cuidar de los pichones, darles una segunda oportunidad, una chance del mejor desarrollo posible y en el futuro determinar si será posible o no”.
Los huevos fueron incautados el pasado 13 de octubre, cuando la Policía Federal y agentes de la aviación civil pillaron que una pasajera argentina los tenía guardados en su corpiño. Ella dijo que eran de codornices y que los llevaba con destino a Asunción para su consumo personal, pero su respuesta no convenció.
La mujer había sido liberada porque hasta ese momento no se sabía de qué especie eran los huevos.