Hugo Alcaraz Amarilla (36) llegó a altas horas del sábado a su casa, ubicada en la compañía Arapay de la colonia Zapatini Cué, San Antonio de Yhú, departamento de Caaguazú, tras una larga jornada trabajando en el campo. Observó cerrada la puerta de la pieza de su tía, doña Ramona Alcaraz Vázquez (65), y con intenciones de no despertarla; pensando que estaba durmiendo, fue directo a su habitación.
Entrada la mañana del domingo, despertó tempranito como todos los días. Empezó las tareas mañaneras, hasta que se percató que la puerta de Ramona continuaba cerrada y una extraña sensación lo invadió. Al acudir al sitio, constató que la mujer no se encontraba.
Sin perder tiempo, empezó a buscarla en toda la propiedad y a unos 500 metros confirmó lo peor. En medio del mandiocal yacía sin vida el cuerpo de la mujer, con tres cortes a la altura del cuello. A un costado del cuerpo fue encontrado un machete que, se presume, había llevado la víctima para arrancar productos, ya que el mismo no presentaba rastros de ser utilizado en el crimen.
Un día antes
Agentes del Puesto Policial 004 llegaron al lugar acompañados del fiscal Roberto Cubilla y el médico forense Fredy Muñoz, quien inspeccionó el cuerpo. Éste último afirmó por la rigidez cadavérica del cuerpo que el hecho habría ocurrido en la tarde del sábado.
Hasta el momento se desconoce al o los autores del crimen. Se cree que sería su expareja. Agentes de Investigación de Delitos fueron convocados para dilucidar el escalofriante hecho.
Tenía problemas con su expareja
Apenas sabido el hecho, familiares y vecinos de la mujer apuntaron directo contra su expareja, Leoncio Ocampos, con quien aseguraron que tenía constantes discusiones por problemas de toda índole y diferencias. Sin embargo, el oficial Daniel Felkan del puesto policial 004 de Zapatini Cué refirió que pudieron conversar con él y “está muy tranquilo”. En el hecho intervino el fiscal Roberto Cubilla, quien investigará el caso.