Una gran cantidad de compatriotas se encuentra en estado de alerta luego de que intensos controles migratorios fueran iniciados ayer, tanto en Argentina como en Brasil.
En la terminal bonaerense de Liniers, por orden de la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, se ejecutó un operativo a cargo de funcionarios de la Dirección de Migraciones, con apoyo de agentes de Interpol, la Policía Federal y la Policía Aeroportuaria.
El procedimiento busca expulsar a extranjeros con antecedentes judiciales u orden de captura en su país de origen. Aunque hasta el momento solo revisaron a peruanos y bolivianos, el plan incluye a paraguayos. En Foz de Yguazú, Brasil, la lucha es contra el contrabando y el tráfico de drogas y armas.
PROBLEMAS EN FALCÓN
En Puerto Falcón, la medida impuesta por la aduana argentina para suspender el control aleatorio de mercadería y ordenar la verificación de la totalidad de los camioneros paraguayos generó filas de hasta 6 kilómetros a ambos lados de la frontera. Según el presidente del gremio de transportistas y consejero de Dinatran, Julio Gamarra, algunos esperaron hasta tres días para cruzar la línea.
Molestos por la larga demora, los transportistas afectados decidieron cerrar un tramo de la ruta por varias horas hasta que la situación mejorara. Una vez solucionado el conflicto, la circulación hacia Clorinda fue normalizada.
Sin embargo, a pesar de todo, el control estricto de las mercaderías proseguirá.