El exdiputado cartista Orlando Arévalo, quien renunció a su banca por el escándalo de los chats con su fallecido colega Eulalio Lalo Gomes, fue escrachado en una caja de supermercado, donde se fue a hacer compras con su esposa, Carolina González, concejala de Lambaré.
“Orlando Arévalo, la inmisericorde justicia hace que cuando uno sale para relajarse se encuentre con personas que tienen cuentas con la justicia”, le gritó la abogada Esther Roa, activista contra casos de corrupción en el país.
Agregó que “a lo mejor la gente no sabe quién es Orlando Arévalo; fue presidente del Jurado de Enjuiciamiento y la Fiscalía no tuvo el coraje de allanar su casa para saber si realmente ahí se negociaba o no el blanqueo de jueces y fiscales”, mientras hacía una transmisión en vivo, en Facebook, cuyo video se hizo viral.
“Que no tengan paz”
“Si la justicia se calla, que no se calle la gente”, señaló, luego de apuntar que “este es el momento cuando la ciudadanía tiene que pasar la cuenta”.
“Hoy tenemos que hacer el esfuerzo de que esto no quede en vano, por nuestros hijos, por aquellas personas que quieren una justicia independiente en donde no se trancen el blanqueo de jueces y fiscales, en donde vayan que no tengan paz”, instó la abogada, ante la risa nerviosa de Arévalo, mientras su esposa pasaba a la cajera los productos que estaban en el carrito.
Al final, Arévalo le ofreció un paquete de bombones, a lo que Roa respondió: “No, gracias; yo no estoy acostumbrada”.
Esta no fue la primera vez que la pareja es escrachada, ya que en Lambaré ambos son constantemente hostigados y denunciados, por la gente.