19 abr. 2024

Árbol “genealógico” del COVID-19 en Paraguay

Hoy jueves se anunció que se aumentará a 50 las tomas de pruebas para confirmación del virus.

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Ocho de los infectados son hombres y tres mujeres.

A mediados de enero del año de los gemelos el país soportaba una de las más difíciles epidemias de dengue. Para aquel entonces, la lucha contra la enfermedad se había hecho más intensa que en cualquier otro período.

En el último tramo de aquel mes, la alerta de propagación del COVID-19 sonaba fuerte en Asia y amenazaba con expandirse hacia el norte del continente europeo. Para entonces, cuando el primer mes del 2020 alcanzó el día 28, el ministro de Salud anunciaba la activación de las primeras medidas de protección y prevención para evitar la proliferación del nuevo y salvaje virus, vinculado al coronavirus.

Tres días después, el 31 de enero se registraba el primer incidente en torno a lo que hoy día es la pandemia. Ese día, Blanca Villalba, jefa de Epidemiología de la X Región Sanitaria del Ministerio de Salud fue agredida por un fotógrafo cuando cumplía el protocolo de prevención por el nuevo coronavirus en la zona primaria del Puente de la Amistad.

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Para el día 4 del entrante mes de febrero, el Ministerio de Salud iniciaba los intensos trabajos de contingencia para lo que sería la lucha contra la propagación del peligroso virus. Con la participación de la República de China, se iniciaron los trámites de emergencia para delimitar las estrategias a llevar a cabo.

Dos días después (6 de febrero) en Ciudad del Este, con el titular del Instituto de Previsión Social, Andrés Gubetich, Mazzoleni visitó el hospital regional de la previsional con la idea de destinar el nuevo edificio como unidad de respuesta rápida y aislamiento ante los eventuales casos de coronavirus y otras enfermedades.

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Al día siguiente, a través de su cuenta de Twitter, Mazzoleni anunciaba que el Laboratorio Central del Ministerio de Salud de Paraguay contaba ya con capacidad para el diagnóstico del nuevo coronavirus. Exactamente un mes después se confirmaría el primer caso de coronavirus en nuestro país.

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El día 8 del segundo mes del año, finalmente se procesaba la primera muestra que daría como resultado negativo.

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Siempre a través de su cuenta de Twitter, el 10 de febrero, el ministro comunicaba que se empezó con la aplicación de protocolos e intensificación de la vigilancia en los servicios de salud, especialmente en las fronteras y aeropuertos. El 12 de febrero, la Organización Mundial de la Salud reconocía las acciones tomadas por el Ministerio para hacer frente a la enfermedad.

A mediados del mes de febrero, la preocupación continuaba centrándose en la epidemia del dengue. Para entonces, la iglesia se unía a la lucha contra la enfermedad del aedes.

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Ya casi a finales del bisiesto mes, el día 26, en coordinación con las Fuerzas Armadas, el Ministerio de Salud anunció que se habilitarían zonas de contención para el aislamiento de personas en unidades militares, medida que sin embargo no fue ejecutada. El mismo día se habilitó un ala del Hospital Militar para eventuales internaciones y la activación del Centro Operativo de Emergencia ante expansión del COVID-19 que ya empezaba a hacerse presente en el continente.

Al día siguiente, el Laboratorio Central procesaba la tercera muestra de caso sospechoso en nuestro país, que daba una vez más como resultado, negativo.

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Entrado el mes de marzo, junto a representantes de sociedades científicas (el día 2 de ese mes), se discutían los ejes del plan de contingencia y se delimitaban los primeros esbozos del protocolo de acción ante la cantidad de casos sospechosos que empezaban a surgir ya para entonces.

El 4 del tercer mes, la Organización Mundial de la Salud donó 7.000 equipos de protección para personal de servicios de salud, abocado a eventuales casos de coronavirus. Un día después, el 5 se activó el servicio del Sistema 911 para atender consultas relacionadas al coronavirus.

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El anuncio de Mazzoleni sobre la disminución de los casos de dengue parecía ser la antesala de lo que se iniciaría solo un día después.

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Ese día se anunciaba el primer caso de coronavirus en territorio nacional. El portador era un hombre de 32 años, quien había llegado al país procedente de Ecuador. El segundo caso no tardaría en llegar: el día 9 de marzo, un hombre de 62 años que ingresó a Paraguay desde Argentina daba positivo a los análisis por coronavirus. Ese día se habían procesado 25 hisopados.

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Un día después, el 10 de marzo, el gobierno decidió tomar una serie de medidas preventivas: la suspensión de actividades educativas privadas y públicas, actividades recreativas y sociales, deportivas, religiosas de alta concurrencia. La disposición corrió desde esa fecha y durante 15 días.

Ese mismo día, se confirmaban tres nuevos casos confirmados, entre 25 muestras tomadas de casos sospechosos. Los tres vinculados directamente al segundo caso, cuyo portador había llegado desde tierra argentina; dos de ellos profesionales de blanco que atendieron al hombre. Entonces, los casos alcanzaron la cifra de 5.

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Al día siguiente, la OMS declaraba pandemia al COVID-19. Ese mismo día, el Ministerio retomaba el plan de contingencia para utilizar sedes militares como punto de aislamiento para infectados.

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Un día más tarde, el 12 de marzo, Petropar anunciaba la donación de 10.000 litros de alcohol a la cartera de Salud en su lucha contra el coronavirus. Ese mismo día, se confirmaba el sexto caso de coronavirus vinculado al número 1.

En una acción desesperada, finalmente el gobierno inició las medidas extremas, anunciando que todas las instituciones debían colaborar para hacer cumplir el decreto presidencial de los quince días de cuarentena. Al día siguiente, Mazzoleni anunciaba la confirmación de un nuevo caso, vinculado al segundo confirmado. Para entonces eran ya 7 casos.

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Exactamente a mitad de mes, el laboratorio Central confirmaba la aparición del caso 8, también relacionado al segundo caso proveniente de Argentina. Al día siguiente, el 16 del presente mes, se confirmaba el 9no, igualmente relacionado al segundo caso. Ese mismo día se establecía el “toque de queda”, prohibiendo la circulación de personas en las calles a partir de las 20:00 y hasta las 04:00 am.

Para entonces, una maratón de visitas inició el ministro a los hospitales del área Metropolitana, a fin de verificar que estén listos para recibir pacientes con el virus. Al día siguiente se confirmaban dos nuevos casos: uno vinculado al primer caso y el segundo con una nueva rama: vinculada a una persona cuyo pariente había llegado de México. Entonces, el gobierno decidió cerrar sus fronteras para el ingreso de personas y dejarlas abiertas en el único caso de ingreso de mercaderías para el abastecimiento.

El día de hoy, el Ministerio de Salud tomó la batuta de todo el sistema de salud pública, con facultad de toma de decisiones y ejecución de acciones, operativas y estratégicas de alcance nacional, en coordinación con todas las instituciones sanitarias del país. A las acciones se sumó la Facultad de Medicina UNA, a través del hospital de Clínicas.

Este jueves, se espera la confirmación o descarte del onceavo caso, con posible conexión con norteamérica. Mazzoleni anunció que se repetirá el análisis a la persona proveniente de México, quien en principio dio negativo al test pero aparentemente actuó de transmisor del virus a un familiar que dio positivo.

En la mañana de este jueves, el ministerio lanzó un informe actualizado sobre el COVID-19, discriminando los casos por sexo y edades. En la capital se encuentran concentrados siete casos, en Central tres y uno en Cordillera. Entre ellos, ocho afectados son hombres (72,7%) y tres mujeres (27,3%). Hasta el momento no se han reportado muertos ni recuperados. Sin embargo, el primer caso se encuentra a un paso del alta médico.

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