Eran cerca de las 20:30 del viernes, cuando Juana Liliana López, de 40 años, llegó a la Subcomisaría 4ta. de Limpio para hacer una denuncia. Estaba muy nerviosa y dijo que casi fue mordida por un perro.
Los uniformados le tomaron todos sus datos y en el sistema de la Policía Nacional saltó que la doña tenía orden de captura y fue detenida.
El comisario Walter Báez, jefe de la dependencia policial dijo a EXTRA que la mujer fue denunciada por el padre de sus dos hijos por incumplimiento del deber legal alimentario.
Estaba escondida
“Ella tiene una orden de captura por rebeldía, ella no le estaba pasando la manutención a sus hijos que quedaron a cargo de otras personas (el padre de los menores de edad fue quien realizó la denuncia)”, refirió el uniformado.
Aparentemente la mujer estaba escondida porque la orden de captura fue emitida en abril de este año.
“Ahora mismo está en la celda de la Comisaría 9na. de Limpio, pero recién el lunes vamos a saber su destino”, indicó.
Por su parte, la jueza de la zona, Elsa Idoyaga señaló a EXTRA que existen muchos casos similares y solo en Limpio hay 30.
No quieren pagar
“Yo tengo más de 20 mil causas y unas 30 son de mujeres por el tema de incumplimiento porque hay muchas que le abandonan a sus esposos, se van con otros y después ellos se quedan con todos los niños. Hay muchas que trabajan superbien, hay mujeres que viajan al exterior, nunca más les mantienen (por los hijos) y el esposo les demanda”. indicó.
Idoyaga alegó que en estas circunstancias las mujeres son detenidas en el aeropuerto.
Se endeudaron mal
Idoyaga mencionó además que hay muchos maridos que hicieron préstamos grandes para que la madre de sus hijos viajen al exterior para poder trabajar con la promesa de que todos los meses pagarían esa cuenta; sin embargo, se desligaron de los hijos y se mandaron mudar, según dijo.
“En estos casos el esposo saca el crédito, le viene la demanda, es todo un tema, no es fácil el tema familiar. En nuestro país, el 70% de las mujeres no trabaja, y ahí está el problema; los maridos hacen los préstamos, viaja la mujer y ya no paga más, entonces ellos recurren a la defensoría pública”, expresó Idoyaga.