El niño abandonado en Cascavel (Brasil), y que posiblemente fue víctima de un caso de tráfico internacional de persona, es hijo de una adolescente de 17 años oriunda de San Pedro que residía en Ñemby. La menor ya está identificada y quedó detenida en el vecino país, al igual que su tía, María Concepción Queiroz, quien los llevó a Brasil y en cuyo poder estaba el pequeño.
La hermana de la joven confirmó este miércoles que el pequeño es sobrino suyo, pero negó que la detenida fuera capaz de vender a su sobrino. “Se fue de visita nomás a Brasil. Por celular me enteré de lo que estaba pasando”, explicó a Telefuturo. Admitió que el niño cruzó la frontera sin la autorización del padre, pero dijo que él mucha ayuda no daba a su familia.
Supuestamente, el niño de poco más de un año fue entregado a una pareja de Cascavel, en adopción, pero luego fue devuelto a la supuesta traficante. Ella habría recibido 700 reales para los trámites y luego recibiría más dinero, según datos extraoficiales. Posteriormente, la propia María llamó a la policía diciendo que encontró a la criatura abandonada en la calle. Aparentemente, se trató de un invento para despistar a las autoridades.
En la vivienda de “María Paraguaya”, como era conocida, también fueron encontradas otras dos niñas sin las documentaciones respectivas. La Policía Federal pedirá la ayuda de Interpol para localizar a los parientes de los menores.