Hace 15 días que Esteban Benítez, su novia y un amigo comenzaron a cocinar para unos 200 niños en la Villa Bonanza, San Lorenzo. Lo hacen día de por medio con los de la comisión vecinal, pero piden donaciones para poder sostener las ollas populares.
“Estamos haciendo a puro pulmón con lo que se dona y a veces los que menos tienen son los que más dan”, dijo el joven. Él es jefe de cocina en un restaurante y ahora mismo está sin trabajar, pero sabe que ayudando a otros, el pan le llegará también.
Al principio pensaron en dar el almuerzo a las criaturas, pero hoy en día se acerca gente de todas las edades. Muchos en la zona son carriteros y recicladores.
Cada día cocinan algo distinto, así que todo es bienvenido: fideos, arroz, aceite, verduras, carne, incluso leña. La idea es sostener esto el mayor tiempo posible, dijo Benítez.
Los vecinos solidarios piden la colaboración de la gente de buena voluntad. Esteban deja su número: (0981) 989 971 para coordinar la entrega. Él suele pasar a recoger los productos día de por medio, teniendo en cuenta que debe salir según su número de chapa.