“Por más triste que sea la historia, no presten planta ni salgan de garante”, es el consejo que se lee a diario en las redes sociales, pero de igual forma hay gente que se arriesga, como en el caso de dos mujeres que aceptaron ser codeudoras de sus novios y no tuvieron un final feliz.
Enrique López Arce, especialista en Empleo, contó a EXTRA que dos mujeres le consultaron qué podían hacer, ya que cuando estaban en una relación, donde todo era color de rosa, ellas aceptaron ser garantes de sus respectivos chico’i para retirar para sus autos. Sin embargo, unos meses después, opa el amor y los tipos se desentendieron de sus deudas.
Venganza
“Esto es muy frecuente entre parejas de novios o chulis, en el que uno de ellos se queda a cargar con la cuenta cuando el amor termina. En este caso, yo les aconsejé que hablen con la empresa de donde se retiró el vehículo y que recuperen el auto, así ellas no tendrán que pagar por algo que no usan”, refirió López Arce.
También indicó que se da en deudas pequeñas, como préstamos en bancos, financieras o casas de electrodomésticos, donde sacan G. 5, 10 o 15 millones, luego de un tiempo la relación termina y el dueño de la cuenta se hace del ñembotavy y no paga, algunos lo hacen a propósito, como venganza a su ex.
“Por eso es que se insiste en que se debe pensar más de dos veces para salir de garante, más en este tiempo donde a la gente solo le gusta joder al otro”, mencionó el especialista en empleos.
En los casos de préstamos, el codeudor siempre termina pagando toda la cuenta, ya que no quiere que le afecte en su historial crediticio, en el caso de que quiera hacer algún préstamo a futuro.
Una lectora de EXTRA también comentó que su expareja le dejó con dos cuentas en el banco.