04 mar. 2025

¡Acepto! Emocionante boda comunitaria en San Pedro

Más de 20 parejas se juraron amor eterno en la iglesia. Una de las parejas llevaba 30 años soñando con este día.

boda masiva.jpg

Un total de 22 parejas dieron el “sí” en la Vicaría San Pablo Apostol de Cocueré, San Pedro.

Carlos Aquino

Ladi Peralta (77) y Aparicio Vera (64) comparten sus días desde hace 30 años, en el barrio San Antonio de San Pedro.

Ayer, en otra emocionante boda comunitaria organizada por la Fundación Santa Librada, ambos dieron el “sí, quiero” en la Vicaría San Pablo de Cocueré, informó Carlos Aquino, corresponsal.

22 parejas se casaron mediante el programa Sagrada Familia. Desde el 2017 se llevan a cabo las bodas comunitarias, destinadas a las parejas de escasos recursos.

Notablemente emocionados, comentaron que la historia de amor nació de casualidad, ya que ambos vivían en el mismo barrio. Ella, con dos hijos se unió a Aparicio quien crió y cuidó. Ladi se dedicó exclusivamente al cuidado de la casa y él, por muchos años trabajó como agricultor para mantener a su familia. Hoy, ya están a cuidado de los hijos.

“Es una gran bendición el que recibimos. No nos pudimos casar antes porque tiene su presupuesto y aprovechamos esta gran invitación. Siempre quisimos, pero nunca podíamos”, expresó.

Felices para siempre

Hace unos meses, Raquel Ayala (36) recibió la visita de los coordinadores del barrio San Antonio, quienes los invitaron a ella y a Venancio Rodas (46) a formalizar el matrimonio ante la Iglesia. Con gusto aceptaron.

“Siempre nos vamos juntos a la misa. Era un sueño para nosotros poder unir así nuestras vidas. Estamos más que felices ahora”, expresó Raquel.

boda comunitaria.jpeg

Relató que siempre fueron vecinos y que así surgió el amor entre ellos. Venancio está volviendo a su oficio como constructor luego de una grave afección en el cerebro, por lo que se le recomendó reposo por seis meses. En ese tiempo, ella llegó a Asunción para trabajar. Después de los momentos duros que pasaron como familia, ahora llega la bendición.

Lo más emocionante para ella para llegar hasta el altar fueron el retiro espiritual que tuvo con su ahora esposo, además de probarse su vestido y los anillos.

“Quiero agradecer a la Fundación Santa Librada por darnos esta oportunidad. Nos trataron con mucho cariño y respeto. A veces, las personas suelen hacer donaciones con mala cara, pero ellos no, todo de primer nivel. Nosotros lo único que pusimos fue el ‘sí’ y los zapatos”, explicó.

Venancio, por su parte, relató que tienen dos hijos, de 15 y 6 añitos, ambos, “los motores para seguir luchando día a día”.