Era una madrugada fría y silenciosa. La familia dormía tranquilamente hasta que tres delincuentes aparecieron en medio de la oscuridad frente a la casa.
La mascota se dio cuenta que no eran buena gente. Ladraba, ladraba. Avanzaba y retrocedía nervioso el perrito, mientras los hombres abrieron a la fuerza el portón.
Los tipos encapuchados, por si pinta eran jóvenes aún, entraron a la casa de Aldo Andrés Brítez (43), ubicada en el barrio San Damián, de Presidente Franco, Alto Paraná.
Estos malandros avanzaron hasta la habitación del propietario, quien estaba con su pareja, Gloria Mariza. Fueron levantados a la fuerza a punta de pistola de 9 milímetros.
La pobre pareja se vio envuelta en un pánico total en su propia vivienda, con desconocidos armados que exigían la plata.
¿Dónde está el dinero?... ¿Dónde está? Mientras uno apuntaba a la cabeza al hombre y a la mujer en giro de mano, y los otros delincuentes se rebuscaban por el botín.
Don Aldo no se achicó frente a los tres bandidos, se enfrentó con ellos como pudo y recibió tres disparos casi a quemarropas en el estómago y el muslo. Su pareja también fue baleada.
Los delincuentes llevaron lo que sería el dinero, dejando malherido al propietario de la casa, quien fue auxiliado por los vecinos. Su estado de salud es delicado.
¿Estamos mejor en Paraguay? ¿Dormimos seguros en nuestras propias casas?
La respuesta la tienen ustedes queridos lectores.