10 may. 2024

Shirley, la perrita que subió al cajón para despedirse de su dueño

Encima del ataúd de don Miguel Ángel Gómez, la mascota de doce años se tranquilizó finalmente y ahí encontró paz.

Shirley no paraba de chillar entre ladridos desconsolados. Andrea Arzamendia, decidió sacarle la cadena que la ataba a un poste en pleno velorio de su padre, don Miguel Ángel Gómez. Seguido a eso, la reconocida cantante luqueña no pudo creer lo que sus ojos veían.

La perrita de doce años de vida corrió hasta el ataúd de Miguel Ángel, se subió y allí encontró paz. La imagen trasmitió a todos una extraña conjunción de ternura y tristeza al mismo tiempo. “Pensamos que porque estaba atada lloraba. Le soltamos y hasta que se subió al ataúd no se tranquilizó”, comentó a EXTRA Andrea. Contó que Shirley está desconsolada, solo llora. “Mi papá era amante de los animales. Se enamoran los animales de mi papá. Le quieren de manera tan leal”, agregó.

Durante todo el velorio, Shirley se mantuvo ahí arriba.

Durante todo el velorio, Shirley se mantuvo ahí arriba.

Contó que su padre falleció de un infarto ayer, justo un mes después del deceso de su madre. “Él no tenía nada, no murió de COVID, mi papá murió de amor. Pese a que estaba separado de mamá, ellos nunca tuvieron otras parejas, se amaron siempre. Mi mamá tuvo un tumor, luego se contagió de coronavirus. Superó el COVID, estaba a punto de pasar a sala normal, falleció”, refirió la dolida artista.

Contó que su papá le repitió varias veces que su único deseo cuando falleciera era que cuidaran de Shirley como él lo hacía. “Siempre decía que cuando muera, se le cuide a su perrita, porque era como su hija. Le busca, huele todo, le pusimos su camisa usada para que se calme”, expresó.

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Andrea es la voz femenina del Mariachi Lara, como Ana Gabriel. También participó en el programa “Yo me llamo” de Telefuturo. “Mañana tengo que cantar y no sé cómo voy a sacar fuerza. Días antes del día del padre se fue mi papá, dos semanas antes del Día de la Madre, mi mamá. Estoy encontrando fortaleza no sé de dónde. Es la ley de la vida, me dicen, pero duele”, finalizó.