Pepe está perdido y en la casa donde vivió por 22 años, toda una familia está triste. Diego Luque, es el dueño del loro, al que consideran el más viejo de toda la ciudad de Pilar, en Ñeembucú.
Diego contó que en el año 2.000 estaba en la casa de su abuela en el barrio Obrero, y que de repente el loro vino volando, chocó por una pared. Por el golpe, se cayó y un perro casi le comió. “Le salvé del perro, era un pichón aún cuando eso”, recordó.
“El lorito se repuso de sus golpes y se quedó en mi casa en el barrio la Crucecita, no se si escapó de otro dueño, pero solo a mí me permitía le toque, tenía un cáracter especial. Nunca le corté las alas y solía volar a las casas y con el paso del tiempo los vecinos lo conocieron, sus perros y gatos dejaron de hacerle caso”, comentó Diego.
“En casa, hace tres años nació mi hijita quien era su compañera. Él no es un loro de mucho hablar, solo decía ‘Pepe, hola’, pero sí es un loro distinto porque tiene manchas de colores y sus plumas son brillantes. Ahora está desaparecido hace más de una semana y mi hija lo busca, llora al ver a algunos loros volar porque lo extraña”, agregó.
Ofrece 100 mil guaraníes de recompensa para recuperar a Pepe. “No es mucho, pero es lo que puedo dar porque soy una persona humilde”, señaló Diego. Para brindar cualquier información sobre Pepe, llamar al (0975) 111-676.