Rocío (30) lo tenía todo planeado para conseguir un sí a su propuesta de matrimonio. Sus amigas tenían a mano el cartel: "¿Te querés casar conmigo?”, tenía las alianzas en mano, y hasta compró al árbitro que dirigía el juego de su novio Franco (28).
Ella era consciente de que había muchas posibilidades de que su chico le dijera que no. De hecho, “estaba preparada mentalmente para que me diga que no”.
Cuando ella llegó a la cancha, el árbitro le llamó a Franco y le sacó una tarjeta azul. “Mirá a tu alrededor”, le dijo. La joven se arrodilló frente a él, él se emocionó y se sacó la camiseta para darle un profundo abrazo, según relató el portal Info Funes.
Este inusual episodio ocurrió días atrás en la localidad argentina de Funes, en Santa Fe. La joven mencionó que llevan seis meses de novios pero la historia de amor inició hace 14 años, cuando él tenía 14 años y ella 16.
"Él iba a una escuela con unos amigos míos y nos vimos en un boliche que había en esa época en Rosario. Aquella vez también me lo encaré yo”, señaló entre risas.
Se calificó como una joven “despelotada y caradura”, que contrasta con la timidez de Franco. Se llegaron a “chapar” (besar), pero no pasó más allá. De hecho, nunca más se vieron.
Ella tuvo un novio con quien tuvo una relación de 13 años y una hija de 3 años y medio pero terminaron hace dos años, con todos los dolores que eso conlleva.
En la fiesta del año nuevo del 2020 coincidieron en una fiesta, antes de que llegara la pandemia al país y él le pidió amistad en Instagram. Ella le rechazó porque no le reconocía, hasta que en agosto del 2020 se cruzaron en el cumple de un conocido y entre miradas se acordó de él.
Intercambiaron perfiles y empezaron a salir en noviembre. “Después de ese día no nos dejamos de ver nunca, todo fue para adelante, todo es hermoso”, destacó Rocío.
Por de pronto, ya tienen una fecha tentativa para la fiesta que sería el año que viene, para celebrar como se lo merecen.