20 abr. 2024

Subastó caballo de carrera para construir un albergue COVID

El caballo de carrera de la raza Cuarto de Milla se vendió por G. 39.500.000. Solo falta la autorización del Ministerio de Salud para montar el albergue.

Un caballo de carrera de cinco meses de la raza Cuarto de Milla fue subastado ayer por el empresario Carlos Godoy para construir un albergue para los familiares de pacientes con COVID en el Hospital Regional de Coronel Oviedo.

El viernes armó un grupo de WhatsApp con todos los interesados en comprar el animal y hasta el domingo a las 17:00 escuchó ofertas. Se entregó finalmente por la suma de G. 39.500.000.

“Nombre todavía no le dimos. Para el que conoce de caballos, realmente, en un año y medio se duplica el valor de este animal, o sea que el que compró, no va a perder su inversión”, mencionó a EXTRA.

La idea es construir el albergue dentro del predio del hospital pero los directivos explicaron que hace falta una autorización del Ministerio de Salud. Esperarán hasta el miércoles, de lo contrario tendrán que construir en el predio de una capilla que se encuentra al lado, aunque un poco alejado para los familiares.

Cabe señalar que el noble gesto del propietario de este caballo de carrera contrasta notablemente con las irresponsables carreras que se registran los fines de semana en distintos puntos del país.

“Lo que uno hace, lo tiene que hacer de corazón, siempre nos caracterizó como familia eso. El ayudar si es que nos sobra, no es obligación nuestra pero si no lo hacemos nosotros, no lo va a hacer nadie. Tenemos que aportar como sociedad, no solamente reclamar”, reflexionó Godoy.

Desmontable

Se trata de una estructura metálica de 400 metros cuadrados donde pueden caber 40 personas que van y vienen diariamente en el hospital. Tienen pensado colocar en su interior divisorias y camas de doble piso.

“Entregarles con colchones, frazadas y todas las comodidades que precisan, porque lo único que ellos pidieron es un lugar para descansar, nada más”, observó.

Actualmente, muchos duermen en sillas, sillones y lo que más aqueja es el frío que se avecina para los próximos meses.

“Los familiares nos dicen que no van a salir, entonces, con la construcción de ese albergue móvil, que vamos a desmontar una vez que acabe todo esto. La respuesta estamos esperando”, concluyó finalmente.