Un niño de 12 años pasó el susto de su vida: tragó sin querer un piercing (arito) que se quedó alojado en una parte de su garganta.
Sus padres lo llevaron al médico de manera urgente y estos realizaron el procedimiento para extraer el objeto.
Por primera vez, los cirujanos del Departamento de Cirugía Infantil de la Facultad de Ciencias Médicas, de la (UNA), usaron el método llamado “broncoscopía rígida”.
Clavado en la tráquea
El problema que tuvieron los cirujanos es que, en este caso, el piercing tenía una pelotita con un alambre que a su vez tenía una punta.
Esta se clavó en la tráquea. Después de un largo trabajo, lograron quitar el aro.
El niño, después de ser operado, quedó internado y se encuentra estable.