Todos hemos mirado alguna película de científicos locos, que hacen cualquier cosa por sus investigaciones. Existen en la vida real y todos los años son premiados por la prestigiosa Universidad de Harvard con los Premios IgNobel, más conocidos como los “Anti Nobel”.
Una pobre gallina
Cinco científicos chilenos, por ejemplo, descubrieron que “al adherir un palo con un peso al trasero de una gallina, esta camina de una manera similar a como se cree que caminaban los dinosaurios”; los trasandinos se llevaron el premio de biología.
Y ya que estamos con las gallinas, hablemos de huevos: un equipo de científicos australianos y estadounidenses “inventaron una receta química que consigue des-hervir parcialmente un huevo” y devolverlo a su composición original. Recibieron el premio de química y aseguran que es “un invento de 160 mil millones de dólares.”
Abejas en el pene
Pero si hay alguien que se sacrifica por la ciencia, ese es Michael Smith, ganador del premio de fiosiología: se hizo picar por abejas en 25 lugares distintos para descubrir cuál es el área del cuerpo donde la picadura duele más. Por si querés saberlo, el resultado fue: las fosas nasales, el labio superior y el pene (según su estudio, en la nariz duele más...). Para mayor exactitud, se hizo picar tres veces en cada lugar del cuerpo.
Otros estudios: un equipo de Georgia Tech descubrió que todos los mamíferos demoran lo mismo en orinar, y en diagnóstico médico, otro equipo descubrió que si vas en auto con un caso sospechoso de apendicitis y te duele mucho al cruzar varios badenes, confirmás el diagnóstico.
En economía, la policía de Bangkok recibió un premio especial por su iniciativa de dar un premio a los agentes que no se dejan sobornar.