Marlene Engelhorn, es una mujer de 30 años de nacionalidad austriaca y alemana, que decidió donar una gran parte de su fortuna “para devolverlos a la sociedad” e impulsar en Austria un debate sobre el impuesto de sucesión.
La mujer recibió todos los bienes de su abuelo, un imperio farmacéutico alemán, valuado en 27,3 millones de dólares. Decidió entregar al Estado el 90% de su herencia, que decidirá qué hacer con ella.
Engelhorn, es una conocida activista que ya hace varios años exige que se le imponga más impuestos a grandes fortunas, incluida una tasa sobre los bienes heredados, que en Austria no existe.
La joven mujer dice no ser merecedora de ese dinero que “cayó del cielo” y se deben utilizar para causas útiles.
La propia heredera no tendrá influencia alguna sobre el destino de los fondos, que estarán por completo en manos de un órgano denominado “Buen consejo para la redistribución”. “Siempre he dicho que quiero redistribuir al menos el 90 % (de la herencia), y ahora por fin estamos ante eso”, dijo Engelhorn en una rueda de prensa.
“Yo no he hecho nada para ser rica. En mi caso fueron las personas que trabajaron en Böhringer Mannheim, la empresa en la que mi difunto abuelo tenía acciones”, dijo.
Dineral
Quiere ser ejemplo para otros hijos ricos
Marlene busca que los herederos de grandes fortunas renuncien a ellas para continuar con el debate.
Engelhorn estudiante de Lengua y Literatura en la Universidad de Viena, es descendiente de Friedrich Engelhorn quien fundó la empresa química Badische Anilin-und Soda-Fabrik más conocida por sus siglas BAFS, una de las más grandes del mundo. Según BBC, la joven tuvo una vida de “niña rica privilegiada”, y se educó en los mejores colegios.