Una insólita medida comenzó a regir en Portugal, causando indignación en los ciudadanos de ese país. El gobierno aprobó una revisión de los valores catastrales para el pago de impuesto inmobiliario, donde la “localización y operacionalidad relativas” tienen un peso del 20%. Dicho en simple: la propiedad pagará más en función del sol que recibe.
Indignación
“Hoy nos cobran por el sol, mañana por el aire que respiramos”: así de indignada es la respuesta de Antonio Frias, presidente de la Asociación Nacional de Propietarios de Portugal, tras la entrada en vigor del llamado popularmente “impuesto del sol”.
También anotan algunas cosas curiosas, casi risibles: ¿Se pagará más en función de las horas que hay sol en la casa? ¿Y si todo el año está nublado? ¿Y si un árbol me quita la luz? Los propietarios también indican que las tablas de evaluación establecidas (“buena vista”, por ejemplo) tiene mucha parte subjetiva, pero cobrar por el sol ya pasa a ser ridículo.
“Todo indica que la fase siguiente va a ser tasar el oxígeno que la gente respira”, concluyen.