Peanut (“maní) es un perro chihuahua que pesa 2,7 kilos. Se ha hecho famoso en las redes por una travesura que le hizo pasar un mal rato a sus dueños y que consigna www.elliberal.com.ar.
A volar
El simpático can es inquieto y goloso, así que decidió probar una exquisitez que quedó a su alcance. Solo que él no podía saber que no era una galleta normal, sino que tenía marihuana. Los dueños del animal se dieron cuenta tarde de que faltaba una de las pastas que habían hecho y el responsable se encontraba “alucinando”.
Al veterinario
Además, de no poder mantenerse de pie, el can temblaba mucho y tenía miedo. Los preocupados dueños fueron inmediatamente al veterinario y allí estuvo en observación unas 10 horas. Además, le indujeron el vómito y le dieron una especie de carbón que absorbió el resto de la droga.
Los profesionales no estaban sorprendidos, ya que no es la primera vez que ven a una “mascota volada”. Para cuando llegó a su casa, Peanut era el mismo perro feliz e inquieto de siempre. Esperemos que sus dueños tengan más cuidado la próxima vez que decidan hacer esas galletas “cargadas”.