El papa Francisco descarta su renuncia, y lo califica de “hipótesis lejana” que sólo se produciría por “un impedimento físico grave”. Sus declaraciones fueron dadas para la autobiografía “Vida. Mi Historia a través de la historia” que será publicada la próxima semana.
“Las cosas cambiarían si se produjera un impedimento físico grave”, dice.
“Si esto sucediera, no me llamaría Papa emérito, sino simplemente Obispo emérito de Roma, y me trasladaría a Santa María la Mayor para volver a ser confesor”, precisa.
“Pero ésta es una hipótesis lejana, porque realmente no tengo motivos tan serios para pensar en una renuncia. Alguien, a lo largo de los años, tal vez ha esperado que tarde o temprano, quizá después de una hospitalización, hiciera un anuncio de este tipo, pero no existe tal riesgo: gracias al Señor, gozo de buena salud”, añade.
Ataques
Sobre los ataques que ha recibido dice que le ha dolido el de que estaba “destruyendo el papado":
Sostuvo que cuando subió como papa en el 2013 “había un gran deseo de cambiar las cosas, de abandonar ciertas actitudes que desgraciadamente todavía hoy luchan por desaparecer. Siempre hay quienes intentan frenar las reformas, quienes querrían permanecer inmóviles en la época del papa-rey”.