Jorobados, con los rostros llenos de arrugas y el cabello muy canoso, llegaron caminando lentamente a un vacunatorio, el sábado pasado, dos supuestos abuelitos para aplicarse la vacuna anticovid. Al verlos temblorosos, las enfermeras del lugar pidieron aplicarles la vacuna de inmediato.
Tras vacunarlos, una de las asistentes del centro médico los atendió y pidió hacerles una breve entrevista para rellenar unos datos de su planilla. Ahí recién la funcionaria se percató de que no eran viejitos, sino jóvenes. Este llamativo hecho ocurrió en Coyoacán, México.
“Se dio cuenta por la voz que no coincidía (con la edad), entonces fue cuando se llamó a las autoridades y se denunció”. dijo en una conferencia de prensa Cristina Cruz, delegada de los Programas para el Bienestar en la Ciudad de México.
El delito por el cual están detenidos los dos jóvenes de 30 y 35 años es usurpación de identidad por haber utilizado documentos de otras personas.
“Iban caracterizados como adultos mayores, pintados con canas en el cabello y las cejas, y caretas para no ser reconocidos”, añadió la funcionaria.
Ante este hecho, las autoridades del Gobierno Mexicano recordaron que falsificar documentos oficiales es delito penal.
Además, advirtieron que de ahora en más los controles serán estrictos en los vacunatorios.