El bioquímico y empresario Eduard Gevorkyan, el economista Iván Giner y el técnico Miguel Ángel Levanteri patentaron un urinario 2.0 capaz de lavar y secar el pene en cuestión de segundos, luego de su utilización. El de la idea fue Levanteri, quien pensó el proyecto que dio lugar al invento, mientras que Giner y Gevorkyan fueron los inventores.
“Nos buscó como emprendedores y nosotros le sugerimos el uso de sensores, para que el usuario no tenga que tocar nada y todo sea lo más higiénico”, detalló Gevorkyan.
Cómo funciona
El urinario se compone de un sensor que se activa cuando el usuario termina de emplearlo. Una vez detectado se prende una cortina de agua enjabonada, cuya temperatura varía según el clima y lava el pene.
El sistema está diseñado para adaptarse a diferentes hombres y funciona sin importar el tamaño de su miembro. Cuando termina de salir el agua, otro sensor activa el sistema de secado, que también dura solo tres segundos y que funciona como un secador de manos.