El religioso español Lucio Vallejo Balda confesó ante un tribunal del Vaticano, haber filtrado a la prensa las contraseñas de documentos confidenciales, delito que la Santa Sede castiga con hasta ocho años de detención. “Sí, he proporcionado documentos a los periodistas. Les entregué una lista de 5 páginas con 87 contraseñas”, reconoció ante los jueces del proceso Vatileaks2.
No estaba “lúcido”
Vallejo Balda, cercano al Opus Dei, llegó sonriente, pero terminó el interrogatorio abatido, tras admitir su responsabilidad. El cura dijo que cuando transmitió los documentos no estaba del todo “lúcido”, pero negó que haya entregado los archivos en papel a los periodistas. Dijo, además, que fue víctima de un “chantaje afectivo”.
La otra acusada
En la audiencia también participó la otra acusada en el caso, Francesca Chaouqui, quien está embarazada de 7 meses. Medios de prensa italianos sostienen que ambos mantenían una relación sentimental, lo que afectaba al prelado. Están acusados por “asociación criminal”, para divulgar noticias y documentos confidenciales.