Arya Permana, de 10 años, vive en Java Occidental, Indonesia. Puede comer lo mismo que dos adultos y su madre cuenta que “tiene hambre todo el tiempo”. Por el riesgo de enfermedades mortales y problemas respiratorios asociados a la obesidad, los médicos le impusieron una dieta de arroz, intentando controlar su peso.
Dieta y vuelta al colegio
Arya había dejado la escuela, porque el sobrepeso no le permitía moverse, no le quedaba bien ninguna ropa y no podía caminar, sentarse o jugar por más de unos minutos. A los dos años comenzó a aumentar de peso exageradamente hasta llegar a los 192 kilos, que le impedía, incluso, respirar.
Ahora come cinco veces al día porciones de arroz, carne y vegetales. La madre le da arroz integral para que comience a perder peso.