Miles de brasileños salieron a las calles a pedir la destitución de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, en un clima de fuerte descontento social. “Estamos en las calles porque no aguantamos más este gobierno. Señores diputados, señores senadores, exigimos el juicio político a Dilma”, dijo Rodrigo Chequer, líder del grupo Vem pra Rua, uno de los organizadores de la manifestación, desde lo alto de un camión. Las protestas en diferentes ciudades fueron públicamente apoyadas por partidos de la oposición de Brasil.
Casos de corrupción
Los manifestantes hicieron sentir su descontento por la grave crisis económica que atraviesa el país y el multimillonario fraude a Petrobras, que implica a la principal élite empresarial y política. La presidenta Rousseff enfrenta un pedido de juicio político que podría terminar anticipadamente su mandato, previsto hasta 2018.
Imágenes aéreas mostraban una marea compacta de gente vestida de amarillo y verde, los colores de la bandera nacional y de la emblemática camiseta de la selección de fútbol. La mayor convocatoria se dio en Brasilia y en Río de Janeiro, con casi un millón de personas.