11 dic. 2024

Chile: Instalan cajeros automáticos en comisarías

Los cajeros son muy vulnerables y son muy apetecidos por los ladrones. (Foto Radio Bio Bio) Los cajeros son muy vulnerables y son muy apetecidos por los ladrones. (Foto Radio Bio Bio)

La pregunta no es retórica en el popular barrio Renca de Santiago, donde según sus vecinos quedan muy pocos cajeros funcionando, la mayoría al interior de supermercados que operan en horario comercial. Después que cierran, es casi imposible conseguir efectivo.

“A la vuelta está el banco, pero hubo un ‘bombazo’ (en el cajero) y todavía no hay reposición”, explica resignado a la AFP Hardy Mora, que llegó hasta la comisaría para sacar algo de dinero.

Instalar cajeros automáticos en unidades policiales es una medida temporal que se tomó para hacer frente a la cada vez menor oferta de dispensadores, tras los constantes robos por parte de delincuentes que los ven como una presa fácil.

Y los dispensadores que no han sido robados y siguen funcionando tienen tanta demanda que al poco rato se quedan sin dinero.

Según la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras de Chile (SBIF), el número de cajeros bajó de 9.288 en enero de 2013 a 7.877 en septiembre de 2014, en coincidencia con un alza de robos a dispensadores de 152% en el último año, de acuerdo a la Fiscalía.

Un botín apetecido

Fácil de robar y con un suculento botín, los cajeros automáticos son un objetivo apetecido por los ladrones en Chile, quienes también tienen a su favor las bajas penas asociadas a este delito.

Hasta hace poco arriesgaban solo 61 días de cárcel por robar un cajero. Ahora, tras una modificación de la ley, la pena se elevó a entre tres y cinco años.

Las técnicas se han diversificado y hasta exportado a otros países. La más común últimamente, según explica a la AFP un comisario de Carabineros de Recoleta, es la de saturar la habitación donde está el cajero con gas, y hacerla explotar con una chispa. También es frecuente usar el oxicorte, un tipo de soplete cortante que rompe el dispensador.

Los críticos acusan a la banca, que registró un aumento interanual de 35% de sus ganancias (3.688 millones de dólares de beneficio entre enero y octubre de este año), de no invertir en medidas de seguridad.

El resultado es un dolor de cabeza para el cliente, sobre todo en sectores más populares, donde no se logra encontrar dinero.

Las quejas por falta de cajeros son tantas, que el Servicio Nacional del Consumidor creó un sistema de alerta virtual para informar de las fallas. En un solo fin de semana, se recibieron 980 quejas de 629 cajeros fuera de servicio o que no tenían dinero disponible.