Uno de los Boeing E-4 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos realizó una parada en una base cercana a Washington esta semana coincidiendo con la escalada de tensión con Irán, lo que ha hecho pensar que el desplazamiento de la aeronave esté conectado con un posible ataque contra territorio iraní, según EFE.
Esta teoría se refuerza debido a que, de acuerdo a la Fuerza Aérea, su despliegue se activa solo en caso de “amenaza nacional, situación bélica o catástrofes naturales”.
El Boeing, conocido como ‘avión del fin del mundo’ o como el ‘Pentágono volante’, voló desde el estado de Luisiana a la base aérea Andrews, a las afueras de la capital, que sirve como punto de partida para los vuelos de larga distancia del presidente de EE.UU.
El E-4, es el centro de operaciones desde el aire para el presidente, el secretario de Defensa y el Estado Mayor Conjunto en un escenario de emergencia bélica que incluye ataques nucleares.
Es capaz de resistir explosiones atómicas, ataques con ondas de pulso electromagnético o ciberataques.
El avión, que puede cargar combustible en pleno vuelo, técnicamente está diseñado para permanecer en el aire durante una semana entera.
Es una versión militarizada del Boeing 747-200, equipada con cuatro motores de lujo.
Tiene una longitud de 70,5 metros, una envergadura de 59,7 metros y una altura de 19,3 metros.
Se divide en seis áreas funcionales: zona de trabajo de comando, sala de conferencias, sala de información, área de trabajo para el equipo de operaciones, zona de comunicaciones y de descanso.
Tiene aislamiento térmico, control acústico, un sistema de aire acondicionado actualizado para refrigerar componentes electrónicos y bloquea armas químicas.