Todo tiene su tiempo y su forma: si bien al principio de una relación es normal que querramos estar siempre y saber todo de nuestra pareja, este exceso de celo, si se prolonga en el tiempo y se lleva al extremo, puede llegar a destruir a la pareja, hablando así de una pareja controladora o manipuladora.
EL NECESARIO ESPACIO
“Incluso en la mejor de las relaciones, los miembros de la pareja necesitan un poco de espacio”, menciona la psicóloga Paola Zapata al ser consultada por EXTRA.
Las relaciones de este tipo, con uno de los miembros que domina o manipula al otro, es bastante más común de lo que se piensa y en ambos sentidos, es decir, el hombre que domina a la mujer o viceversa.
En ambos casos, la parte “dominada” se ve limitada y queda, en muchos casos totalmente anulada y dependiente de la otra persona.
EL PELIGRO
Estas relaciones tienen una carga de violencia, ya sea oculta o visible, pudiendo expresarse desde sutiles presiones hasta agresión física pura y llana.
Zapata es clara al respecto: “Si la relación es de ese tipo y reciente, lo mejor es alejarse, ya que tarde o temprano perjudica. Si la relación ya es seria y formal, es conveniente conversar abiertamente sobre el tema y si no pueden solucionar la situación entre ambos, buscar ayuda profesional”.