El escrache contra Carmiña Masi por haber cuestionado supuestamente el guaraní generó un gran debate sobre la importancia del idioma. Periodistas de la TV señalaron que el manejo del guaraní es de vital importancia para comunicarse con la ciudadanía. Vivi Insfrán, presentadora de noticias en Paravisión, señaló que aprendió a hablar el idioma gracias a su abuela, cuando era una niña. “Es una de las maneras más lindas de llegar a las personas, te cuentan sus problemas porque se sienten familiarizados”, señaló.
Insfrán recordó que cuando arrancó en los medios sus colegas la discriminaban. “Decían que era una guaranga en forma despectiva. Las chicas decían que era pelada, pero yo nunca tuve vergüenza”, reveló. Vivi sostiene que todos los periodistas deben manejar los dos idiomas oficiales del Paraguay. “Me parece bochornoso que paraguayos, y más que periodistas, no hablen en guarani”, señaló tajante.
Ganan confianza
Ninfa Ayala, periodista de la Red Paraguaya de Comunicaciones (RPC) es una de las cronistas que se destaca por el buen manejo del guaraní; comentó que le facilita bastante la comunicación con sus entrevistados, algo fundamental en la profesión. “Hablar en guaraní te da la confianza de la gente, pierden la vergüenza y se abren contigo”, comentó.
Ninfa señaló que todos los periodistas entienden guaraní, pero son pocos los que pueden hablar fluidamente. “Cuando no hay entendimiento, hay tergiversación de la información”, agregó.
Entrevistas amenas
Otra periodista que habla perfectamente este dulce idioma es Emi Báez del Sistema Nacional de Televisión (SNT), la comunicadora es muy querida por el público. La cronista comentó que poder conversar fluidamente con sus entrevistados ayuda a crear una conexión más profunda. “Los cronistas cubrimos el área social, manifestaciones, asentamientos y desalojos y tenemos contacto con la gente que tiene problemas y ellos pueden desahogarse, contarte sus problemas con alguien que habla su idioma, se sienten identificados”, señaló.
Emi destacó que las charlas en guaraní con la ciudadanía son más fluidas. “Las conversaciones son más amenas, agradables y suenan más dulce”, agregó.