Patty Orué reveló en redes sociales una mala experiencia que tuvo en los carnavales encarnacenos, cuando ella trabajaba como imagen de una marca.
La cuerona dijo que a pesar de tener una herida, la encargada de marketing de la empresa la obligó a seguir bailando. “Fui maltratada por la encargada de marketing de la empresa por negarme a seguir bailando semi en bola con la cola cortada por el alambre”, tuiteó.
En contacto con EXTRA la conductora de Vive la Tarde dijo que ese incidente marcó un antes y un después en su carrera, ya que nunca más aceptó bailar en los corsos y remarcó la falta de empatía de la que en ese momento era su jefa.
“El mensaje que yo quise dejar es que no fue comprensiva, que no tuvo empatía, yo amé los carnavales, amé las marcas con las que trabajé, amé a la gente, tengo lindos recuerdos, pero eso último fue lo que empañó mis carnavales, después de eso nunca más volví a aceptar estar como bailarina, después estuve como conductora”, indicó.
Es dura la noche
Patty remarcó que trabajar como promotora no es nada fácil. “Cuando trabajás en la noche y sos promotora estás expuesta a muchas cosas, tipo de parte de las personas que te contratan y de los clientes, vos estás posando para una marca y se quieren propasar, te quieren denigrar”, dijo.
Se enojó
La locutora lamentó que algunas mujeres juzguen a las promotoras y la juzgaron a ella por contar esta experiencia.
“Me molesta cuando entre las mujeres mismas nos denigramos, y después buscamos respeto y que no te juzguen por lo que hacés. Si entre nosotras mismas nos juzgamos estamos dando un mal ejemplo a los hombres y no está bueno, no es lo que las mujeres de esta época estamos buscando”, disparó.
Dijo que es un trabajo honrado y que ayuda a muchas a salir adelante: “Muchas chicas me escribieron al privado y me dijeron que se sienten identificadas con mi historia porque muchas trabajan de promotora para pagarse la facultad, es un trabajo súper honesto”.
Y le dio un consejo a las que comienzan a trabajar en promociones o modelaje.
“Yo lo que quiero dejar claro con esto es que no hay que perder la empatía con los otros. En todos los rubros les van a tocar personas así, sepan que la vida da vueltas, hoy en día me toca cruzarme con esta gente y ya puedo elegir con quien trabajar”.
“Tiene razón”
Marly Figueredo, que es amiga de Patty Orué y compartió con ella en los corsos, dijo que se acuerda de todo lo que pasó. “Recuerdo lo de Patty y me parece que tiene razón, recuerdo esa vez que quedaron hasta muy tarde. Para mí lo malo fue de algunas agencias que sacaban demás porcentajes, exageraban cuando cobraban por una figura, ellos quedaban con la mitad o más de la mitad, eso me pareció siempre un abuso. A veces una aguanta muchas cosas en el laburo, miradas insinuantes, indirectas, acosos. Y no precisamente de los jefes. Con tal de no perder el puesto, el cargo o estatus algunas siguieron la corriente, otras se callaban pero muy pocas denunciaban. Aunque particularmente con las experiencias y años que tuve siendo profesional tenía un juego de cintura y nunca pero nunca me dejé humillar por nadie a cambio de trabajar”, dijo la exmodelo.
Figueredo aseguró que tuvo buenos tratos con las marcas. “Gracias a Dios me tocó gente muy respetuosa o tal vez me hice respetar. Y estoy muy agradecida por haber llegado tan lejos y con todos los que me dieron un espacio durante tantos años. Por suerte no tuve ningún tipo de abuso laboral”, finalizó.
“Una princesa”
Navila Ibarra también tuvo su paso por los corsos y destacó que ella tuvo mucha suerte. “¡A mí siempre me trataron de lo mejor, como una princesa! O sea, las marcas a quienes representé y con quienes trabajé a través de Luis Quintana, quien era mi representante. Para no pasar malos ratos se debe tener representante serio y de prestigio para que se te respete y comprenda. No es que se debe aceptar laburo por figuretismo ni de por sí solas nomás”, aseguró. “Extraño desde el fondo de mi corazón esos momentos”, dijo.
“No es color rosa”
Karina Cardozo afirmó que la vida de una promotora no es como todos creen. “Todos piensan que es todo color de rosa, pero no es tan así y no solo en los carnavales, también en la EXPO, pero no es culpa de las marcas, son los que están a cargo de las figuras. Vas para trabajar por 5 horas pero al final te quedás casi el doble, no importa el frío y el acoso, siempre tenés que estar con la mejor sonrisa y el pago es después de más de un mes. Y en nuestra época era todo el doble de machista y si hacés una denuncia por acoso o por maltrato ya te señalan que como que sos modelo y otras cosas que no tiene nada que ver”, disparó.