La exmodelo Pabla Thomen compartió una peculiar anécdota con sus seguidores por el mes del segundo aniversario de casamiento con su esposo chileno. Recordó que el principal problema que tuvieron en la convivencia con su pareja fue la comida.
“Eso que ven son pinzas de jaibas (crustáceo, es como el cangrejo) . Itavýta che ména por este plato. Parecen pezuñas de satanás. Impresiona”, dijo Thomen en Facebook.
Relató que comenzaba sus primeas idas a Chile, su novio quiso agasajarla con su plato favorito: centollas (cangrejos). La pinta de la comida era bastante rara, además de estar cruda, comentó la actriz.
“Mba’épiko ha’ukuaáta péa, encima se come cruda, con limón acompañada de una ensalada de lechuga insulsa. ¡Che Dios! Ehecha ningo ha’e comía con ganas como si yo estuviera comiendo costilla kyra porã con mandioquita. Imposible de comer. Terminé llenándome con pan y gaseosa porque ni la ensalada era rica”, contó Pabla.
Resaltó que, ante su respuesta, su chuli nunca más le ofreció esa comida ni otra comida “rara”, tradicional en Chile. "¡Lo que es la costumbre y cultura cuando son diferentes!”, tiró la exmodelo.
“Cuando se fue a Paraguay y me vio comer lengua a la parrilla, chinchulín, bife de hígado, casi se desmayó. Encima otra vez no podía creer que no nos morimos intoxicados con el cocido quemado después de ver cómo el carbón flotaba en el agua. Ha’éma ndéve”, remató su pintoresco recuerdo con su esposo.