La cuarentena hizo tambalear la economía y en consecuencia muchos emprendedores tuvieron que cerrar sus negocios debido a la crisis.
Pati Ginzo dio la triste noticia del cierre definitivo de su gimnasio. “Con el dolor en el corazón tuvimos que cerrar nuestro gimnasio. Adiós a cinco años de historias hermosas y mucho sacrificio. Nos reiventamos con clases virtuales para seguir ofreciendo fuentes de trabajo”, tuiteó.
La influencer habló sobre la situación a EXTRA. “Somos pequeños emprendedores y no pudimos seguir pagando el alquiler del local en el que estábamos. Fue muy duro, pero nos reinventamos con clases virtuales vía Zoom. Yo misma seré instructora en uno de los horarios, mi objetivo es llegar a las mamis que quieren desestresarse y a la vez mejorar su estado físico”, comentó.
Mente positiva
Ginzo señaló que trata de mantener mente positiva. “Tratamos de quitar lo mejor de esta situación y a pesar de todo estamos felices de que la tecnología nos permita traspasar fronteras y llegar a personas de todo el país y por qué no, el mundo. Estamos enfocados a crecer en el sistema virtual ya que el modo COVID de vivir creemos que durará varios meses”, señaló.
Está batallando
El chef Óscar Pintos es propietario de un restaurante y hace dos meses está cerrado.
“Y hoy más que nunca utilizada la frase ‘aquí en la lucha’. Estamos probando deliverys desde hace 2 semanas después de estar cerrados casi 2 meses. Y bajaron las ventas un 70%”, contó.
En su momento, Oscarcito pensó en cerrar su negocio pero no quiere dejar de trabajar. “Muchas cosas me puse a pensar en todo este tiempo, cerrar podría ser la salida mas fácil pero en mi caso, tengo un equipo de 6 personas trabajando (no trabajan todos hoy obviamente, van rotando), tengo inversiones, compromisos de préstamos, son muchas cosas, por eso no puedo cerrar y ya”, reveló.
Reinvertarse
También Colaso Bo tuvo que implementar nuevas tácticas de ventas para poder seguir adelante con su negocio. “Nos estamos reinventando y aparte de tener al “Ristirante y Trattoria” preparándose para cuando esta tormenta pase, habilitamos la rotisería, sistema comida por kilo para llevar y delivery”, contó.
Desesperada
Gabi Wolscham también está al borde del cierre, la cuerona tiene un centro estético, hace dos meses no puede trabajar y le urge poder reactivar su negocio.
“Tengo siete empleados más alquiler que debo cubrir, más mi casa y sin trabajar no puedo generar y el Estado no da bonificación a pequeñas empresas. A causa de eso voy a tener que quebrar si siguen limitando la manera de poder trabajar. Los supermercados abrieron toda la cuarentena y no hay cantidad de contagios porque hay cuidados, nosotros con cuidados también podemos abrir nuestros negocios”, protestó.