Una de las mujeres más deseadas del medio, Fabiola Martínez, retorna a su casa, Telefuturo, de la mano de El Debate en donde estará acompañando a Agustín Genovese y opinará acerca de las presentaciones que se darán en el Canta Conmigo Paraguay.
*¿Cómo te estás preparando para tu regreso en televisión?
-La verdad estoy muy contenta de volver a trabajar en televisión, de volver a mi rutina de antes, tuve una pausa forzosa y necesaria. Vuelvo después de unos meses.
*¿Cómo ves el retorno de los realitys en Telefuturo? ¿Muchos famosos estaban sedientos de cámaras en el 2020?
-Los realitys van a dar ese plus que le andaba faltando a la televisión en el horario central. Además de ser un trampolín para varios artistas emergentes. Hay demasiados talentos por descubrir. Todavía no me sé los nombres de los famosos ni de miembros del jurado.
*En un programa como El Debate vas a dar una opinión que de repente no va a ser del agrado del participante ¿Cómo vas a manejar los encontronazos?
-Mis opiniones van a herir el ego de algunas, no lo dudo. Ese tipo de situaciones son las desafiantes, quiero poder ser una líder de opiniones de espectáculo y para eso voy a ser objetiva.
*¿Qué va a pasar cuando te digan: “Pero vos no sos cantante”?
-Y de verdad no lo soy. Gané y estuve varias veces en programas como el Baila, y para bailar se lleva el tiempo, hay que tener oído y estuve en el Parodiando en donde fui la peor de todas y ahí aprendí, iba a las clases pero no tenía el enfoque y menos el don del canto.
*Agustín Genovese es un gran referente de la televisión, ¿te imaginaste trabajar con él?
-La verdad que crecí viendo los programas que conducía con Paola Maltese y poder trabajar a su lado es un lujo. Nunca se me pasó por la cabeza que me iba a tocar esta oportunidad y estoy para aprender mucho de él. Se nota que es todo un profesional y hay mucha buena onda.
*¿Te preparaste corporalmente para lucir esas curvas?
-Ya no es mi fuerte enseñar el cuerpo, ya es una etapa cerrada, pero claro que siempre como mujer me preocupo por verme bien. Me siento bella de cuerpo y espíritu, comencé muy bien este año.