Marly Figueredo y su esposo, el senador Rodolfo Friedmann, visitaron el programa de Pelusa Rubín y dieron su versión sobre el último escándalo por la agresión a un joven que les escrachó en un bar chuchi de Asunción.
La exmodelo relató que fueron a festejar en el restaurante el cumpleaños de su suegra y que apenas se sentaron comenzaron a escuchar los gritos de David Cruz, el joven que denunció la agresión. Destacó que al principio no le hacían caso, pero que cuando su hija comenzó a llorar del susto ella se levantó para desafiar al muchacho.
“Este muchacho se desubicó, yo también, ya que pienso que no es la manera, creo que se equivocó. Ojalá que pueda servir para que se tenga en cuenta que no podemos tener posiciones extremistas así (...) Yo nunca reaccioné de esta forma, pero hay situaciones en que uno pierde el control”, indicó Friedmann.
Leer más: Marly contra el joven que escrachó a Friedmann: “Arruinó el cumple de mi suegra”
En tanto, Marly admitió le puso muy nerviosa que el joven le hiciera sentir mal a su hija y que agarró una galleta que tenía en la mesa para desafiarlo.
“Sinceramente yo tengo la culpa de esto, al entrar el muchacho nos gritó, nos trajeron la carta y él nos grita desde su mesa, luego él se para con sus padres y cuando se acerca, yo agarro una galleta y le tiro al muchacho, cuando le tiro la galleta, me dice algo de Marly..., entonces yo me paro y voy hacia el tipo, entonces Rodolfo viene atrás y le planta una o dos bofetadas, creyendo que el tipo me iba a hacer algo a mí. Rodolfo nunca reacciona”, comentó la cuerona.
Señaló que la pasaron muy mal esa tarde, incluso la familia del familia del muchacho, que fueron al bar para festejar su aniversario de boda. “Mi marido no es nervioso, la nerviosa en este caso soy yo, como dijo él se instalaron bastantes cosas”, alegó Marly.
Resaltó que ella no es una mujer corrupta y que son víctimas de un escrache por una “persecución instalada”.
“Yo no soy una corrupta, yo noy una ladrona ni una bandida como dijo el muchacho, esto fue una opinión pública instalada por una persecusión política”, contó Figueredo.